
Desde que el hombre más rico del mundo, Míster Orbius, encontró aquel orbe hace 100 años, todo cambió. Esta gema mágica, la cual le daba vida eterna, necesitaba un material caro y extraño como combustible.

Con ansias de poder, tomó la decisión de invertir en la creación de mutantes para la mano de obra minera y así poder comprar y conseguir el tan anhelado combustible para seguir viviendo.
Como la humanidad no se dignó en hacer algo al respecto, pensando que los seres que creaba no tenían conciencia ni sentimientos, Orbius se salió con la suya.

Hoy se encuentra conectado desde las sombras a un sistema complejo de energía donde maneja al mundo.

En una noche, yo y tres de mis amigos mutantes, decidimos huir de las instalaciones de Orbius. La adrenalina me subió a mil, aun cuando

lo único que pasaba por mi cabeza, era:
¿Cúando seremos libres?
